sábado, 31 de julio de 2010

Fines de Comienzos del Verano



Musa en su ensoñación  bajo los rayos del Mediodía


"Nadie habló,
el anfitrión, el huésped,
los blancos crisantemos".

Oshima Ryota,
poeta japonés (1718-1787).




Un incienso de maderas de Acacia, floreados en rojo; de Apamates, floreados en lila; de pétalos de orquídeas púrpura y oro; de raíces húmedas de oscura tierra; de hierbas  verdiazules y cortezas de lima, de limón; semillas de granadas, nísperos y fruta de la pasión...  Se eleva en sentido oblicuo y perpendicular a los rayos que en el Mediodía, regala, magnánimo el sol.  Ninguna otra palabra es necesaria.  La Musa puede ser invocada y aparecida entre los juegos de las cálidas luces y las frescas sombras de algún jardín interior, de esos que prosperan en cualquier estación y temperatura.  Es un regalo natural que nos puede proporcionar dirección y sentido, en muchas encrucijadas. Ahí, y para nosotros, están las señales, abiertas como ríos torrenciales, o poco estridentes, como un pequeño arroyo en su pequeña cabecera. Y luego, podríamos aspirar tantos colores y brillantes mensajes en la vegetación, en los rayos y los gorgeos y cantos de chicharras, y celebrar un  extraordinario y secreto festín sobre la hierba!












Poema

Esta fronda danza en círculos concéntricos
con la luz solar
y mis manos se mueven directamente
hacia el zénit
bloqueando las sombras
y provocando
algo dorado y translúcido
que
aliente el poder del mediodía
y más tarde
corone la tarde
con una diadema
de brillantes pensamientos.

Eunice Escalona.
(Julio 2010)








"La espiritualidad que alimenta el alma y que a la larga sana nuestras heridas sicológicas, puede ser hallada en esos objetos sagrados que se visten con los avíos de lo ordinario"

Thomas Moore ("El Cuidado del Alma")



"Tres cosas reaniman el alma: vistas agradables, sonidos placenteros y buenos aromas".

El Talmud.




Algún día tu lengua descansará apacible
cuando la Rueda de la Vida
te impulse
fuera de su vórtice
y hacia adentro de sus moradas;
más,
quedará el habla de todas las lenguas
en movimiento suspendido
sobre las elegidas cabezas
sobre los montes altos
que supieron
no sólo hablarlas
sino escucharlas
y en señal
de señales
de otra manera,
con otros tonos
de hierbas y música,
se recompondrá
de nuevo
la fórmula del arcoiris.


Eunice Escalona.
(Julio de 2010)










viernes, 9 de julio de 2010

Sala de Lectura





"El silencio rige el destino del poeta
lo separa de la palabra como habla
a la vez que lo enfrenta a ella"

Guillermo Sucre
(La máscara, la transparencia")





¿Podríamos deducir algo que nos alumbre la búsqueda de este pensamiento, volando suave, casi rasante sobre su lógica, como mariposa alredededor de la luz?
Posiblemente, sí. Por eso me atrevo a señalar con el dedo más pequeño, que  el silencio actúa como un elemento de alta alquimia,  que puede lograr bajo su influencia una densa transmutación, desde su más sereno centro y pozo, haciendo del ser escribiente, un espectador que se inmiscuye en el proceso: tanto como sujeto de su nacimiento, como objeto de su presencia, de su discurso.  El silencio tamiza los tiempos de la consciencia y altera la salida de la palabra, para bien o para mal. Ofrece una música afortunada que jamás se oye, pero que sí se escucha. Escuchémosla. Serán patentes las separaciones con la realidad, tanto como el enfrentamiento con la misma. Y luego pueden llegar de visita o para una maravillosa larga convivencia, amaneceres y crepúsculos para nuestro entendimiento más necesario: el que brota interno, y luego se expande sobre el mundo como una bandada libre de seres cantarinos, muy alados,  y buscadores elementales, de las distintas sabidurías.






DE   NOCHE


De noche
planeo, silente
con el viento,
sin  instrumentos
a mi favor.

Huyo de la profundidad
del mar
de la rapidez del dolor:
hija del mundo
todavía me muerden
sus sombras,
las extensas espinas
de los jardines maltratados
y los pensamientos
de desamor continuo
que no logro arrancar
de la corteza terrestre.

Eunice Escalona.-
(2000)




lunes, 5 de julio de 2010

Canto

                                                
                                                                               





Este Silencio que Perdura

 Este Silencio que perdura
y convierte el horizonte inmóvil
en una inexplicable llamarada,
es el mismo que aquieta las sombras
y agita el mar de cara al Poniente;

Este Silencio  que perdura y lento discurre,
es el mismo que aquí hace llover sin temores,
Salmos suplicantes en la tormenta
y mínima  música muda en la espesura;

Este Silencio que perdura, discurre y continúa
es el mismo de los collares de las recordaciones sin fin,
de las albercas antiguas donde también se miraba la dicha,
y que desnuda, absolutamente y sin rencores,
toda la larga  majestad de la Ausencia;

Este Silencio que perdura y adelanta, casi sin ser visto,
muerde serpentinamente su propia cola
flagrante  de nieblas y claridades ,
eternizadas como flores en cristales inquebrantables;

Este Silencio, de una contradictoria dulzura
que aún no existe,
tendría intenciones de reconsiderar
el curso de todas las aguas,
el sentido horario de las migraciones naturales,
y su callada y hermosa relación con el Destino,
sólo por si fuera probable el éxtasis
de un Reino,  ilimitado,  de la Creación!...


Eunice Escalona.

                                                                               
                                                                                



EL SILENCIO 
puede ser sagrado si es la entrada más profunda  a lo desconocido o lo que existe por conocer: la interrupción de la Palabra, en este caso, 
no es un mero ruido formal, sino una continuación de los cantos naturales, que a veces dejamos pasar como un leve adorno, pero que al fin, brotan ricamente de la cornucopia del Silencio, cuando éste deviene en un solaz estado del alma, en un descubrimiento del pensamiento. Y es aquí, donde la Poesía, aparece: quizás en cierto orden que no altera la fuerza de su llegada, ni lo ancho de su
vuelo: creo que, soñada, imaginada, escrita, leída, dibujada en las nubes, en los augurios de las aves, en los jeroglíficos de los hombres, cantada por los trovadores, adivinada por los adivinos, o sentida por todo corazón que la busca.... Es una espléndida muestra de que su voz no quebranta
el Silencio, sino que lo acoge, y sagrado es el intercambio entre lo pronunciado, como un manifiesto universal que existe y convive, desde los primeros Tiempos.-





                                                                                 


                                                                                  

                                                                                         


                                                                          

                           


                    POEMA

"El silencio me abruma,
descalza sobre la hiedra
sueño mis cantos.
Son hilos de adoración
que bañan mi cuerpo,
rosa sabia,
expectante
entre la umbría".

Rosalina  García.


("Huerto Imsomne"
Ed. Erato; Caracas, 2003) 


En esta visión de la poeta,  efectivamente es ensalzado el Silencio,
ése que aunque abruma, otorga de alguna manera, un espacio completo
para que la voz se deshaga ante la adoración de lo manifestado...  Luego
el cuerpo se le convierte en sabiduría de rosa, en oro, puro y fundamental, entre las delicadas  sombras propicias al descubrimiento! ....